Si hay una forma perfecta de disfrutar de la costa de Castellón, es sobre dos ruedas. La ruta ciclista que conecta la Playa del Pinar con Benicàssim es una de las más bonitas y accesibles de la provincia, un recorrido que permite pedalear con la brisa marina en la cara, disfrutando de vistas espectaculares del Mediterráneo mientras te adentras en algunos de los paisajes más icónicos de la zona. Con un trazado completamente llano, es ideal tanto para ciclistas experimentados como para quienes buscan un paseo relajado sin prisas, disfrutando del entorno a su propio ritmo.
El recorrido comienza en la Playa del Pinar, junto al Grao de Castellón, un punto de partida perfecto gracias a su amplia zona de carril bici y su proximidad a parques, áreas recreativas y la propia playa. Desde aquí, el camino sigue en paralelo al mar, ofreciendo un paisaje espectacular en todo momento. Al avanzar, la ruta te llevará por la Playa del Gurugú, un tramo donde el paseo se anima con la presencia de chiringuitos, zonas deportivas y la posibilidad de hacer una pausa para tomar algo con los pies en la arena.
A medida que sigues pedaleando hacia el norte, el paisaje se transforma poco a poco, dejando atrás las zonas urbanas para adentrarse en un entorno más natural. La ruta pasa por la Playa del Serradal, un espacio protegido con dunas y vegetación autóctona donde es frecuente avistar aves marinas. Este tramo del recorrido es especialmente tranquilo y perfecto para quienes buscan una conexión más íntima con la naturaleza mientras pedalean.
El destino final es Benicàssim, una localidad con un encanto costero inigualable, famosa por sus playas, su paseo marítimo y su ambiente animado. Aquí puedes aprovechar para recorrer el casco antiguo, descubrir la Ruta de las Villas, disfrutar de una comida en una terraza con vistas al mar o, si todavía tienes energía, continuar la aventura hacia el Desierto de las Palmas, un paraje natural con rutas de montaña más exigentes.
Una ruta para todos los niveles
Uno de los mayores atractivos de esta ruta ciclista es su accesibilidad. Al ser un camino completamente llano y asfaltado, es perfecto tanto para ciclistas aficionados como para familias con niños que quieran disfrutar de un paseo sin dificultades. También es una opción ideal para quienes prefieren recorrerlo en patines, monopatín o incluso en bicicleta eléctrica, disfrutando de la experiencia sin esfuerzo.
Para aquellos que buscan algo más intenso, esta ruta también se puede extender. Desde Benicàssim, hay conexiones con senderos de mayor dificultad, incluyendo rutas que suben a las montañas cercanas o que continúan hacia Oropesa del Mar por la Vía Verde del Mar, un espectacular recorrido entre acantilados que atraviesa antiguos túneles ferroviarios.
Puntos de descanso y servicios para ciclistas
A lo largo del recorrido, hay varios puntos de descanso con bancos, fuentes y miradores donde parar para reponer fuerzas y disfrutar del paisaje. También es posible encontrar talleres y tiendas especializadas en Castellón y Benicàssim para cualquier necesidad de mantenimiento o alquiler de bicicletas.
En la zona del Grao de Castellón y en el paseo marítimo de Benicàssim existen varios chiringuitos y cafeterías donde hacer una pausa y recuperar energía antes de continuar con la ruta. Muchos de ellos están adaptados para ciclistas, con espacios para dejar la bicicleta de forma segura mientras disfrutas de una bebida refrescante o una comida frente al mar.
El mejor punto base para autocaravanistas sobre ruedas
Si viajas en autocaravana, esta ruta es un plan imprescindible. Nuestra área de autocaravanas, situada estratégicamente cerca de la Playa del Gurugú, es el punto de partida perfecto para lanzarse a pedalear sin preocuparse por el aparcamiento o el tráfico. Aquí puedes instalarte con todas las comodidades, desde conexión eléctrica hasta zonas de descanso, y salir a recorrer la costa sobre dos ruedas sin más preocupaciones que disfrutar del camino.
Para los autocaravanistas amantes del ciclismo, esta es una oportunidad única de combinar la libertad de viajar con la comodidad de un entorno que ofrece playas, deporte y naturaleza en un solo destino. Porque si moverse en autocaravana ya es una forma de vida, hacerlo con una bici a bordo abre aún más posibilidades para explorar y descubrir los rincones más bonitos de la costa castellonense.
Así que si te gusta pedalear con vistas al mar, este recorrido es para ti. Prepara tu bici, ajusta el casco y disfruta del Mediterráneo a golpe de pedal.